viernes, 16 de octubre de 2009

LA GRIPE A Y EL OZONO

Por EMILIO UTGES HUERTA


Con la aparición de la Gripe A., se ha desatado en todo el mundo una alerta y preocupación que no se conocía desde la aparición del VIH. Entorno al mundo mediático que ha desatado esa nueva gripe, hay muchas preguntas sin respuesta. ¿Cómo se le da tanta importancia en todos los medios de comunicación social de todo el mundo, si el índice de mortalidad es inferior a la gripe estacional? ¿Por qué los gobiernos han hecho acopio de tantas vacunas? ¿Por qué al inicio en México se tomaron medidas tan extremas como el no acudir a lugares públicos, usar mascarillas, desinfección de vagones de metro, aulas, etc.?

Las imágenes que se recibían desde México eran apocalípticas. Nadie se atrevía a viajar a este país y cayo en picado el turismo. En China sometían a los extranjeros sospechosos a cuarentenas en hoteles. A día de hoy, conocemos por los medios de comunicación todas y cada una de las bajas y, a bote pronto no son las cifras alarmantes. Son muchos los interrogantes que conducen al alarmismo. En cualquier conversación, el pueblo llano se pregunta el porque y, lo que se podría ocultar. Que si podría hacer una mutación peligrosa, que si ya existen 28 nuevas mutaciones. Todo parece un relato apocalíptico.

El publico que tiene acceso a Internet, movido por la intriga ha rastreado por la red toda la información que ha encontrado y, ¡eureka! Que ha quedado más desorientado de lo que estaba. Aparecen videos con doctores con afirmaciones contundentes que parece nadie ha desmentido, acerca de las vacunas. Según estas fuentes el peligro no reside en la Gripe A, si no en las vacunas. Después de navegar en este tema, la confusión y el temor son totales. Tanto miedo da a vacunarse como no hacerlo. Así que hay una parte de la sociedad que teme inocularse esta vacuna. Vacuna que para el neófito le hace reflexionar ya que se inyectara sin apenas tiempo de ensayos y pruebas. Se presentan muchas dudas. ¿Y si después el virus hace una mutación? ¿Servirá o puede empeorar los resultados? Reitero que hay demasiadas interrogantes y dudas en la población.

Y todo esos prolegómenos para plantear una idea nueva. Si las gripes tanto común o estacional, aviar, porcina, son virus. ¿Por qué no destruimos el virus antes de inocularlo? Si desinfectamos el agua para el consumo humano con el ozono ¿Por qué no desinfectamos el aire con el mismo procedimiento? Es algo tan de sentido común que no me explico que no ahora con la Gripe A, si no hace decenios no se aplica este bactericida que es tan eficaz como probado. Los generadores de ozono se inventaron en el siglo XIX y, en la dos guerras mundiales su uso fue generalizado para muchas aplicaciones en los combatientes heridos. A mediados del siglo pasado, era frecuente ver esos aparatos en los quirófanos de clínicas y hospitales. Progresivamente fueron desapareciendo y, se empezó a hablar de las llamadas complicaciones del postoperatorio.

Si el ozono destruye los virus, bacterias, hongos de forma eficaz. ¿Por qué no se extiende su uso? Esa es la gran pregunta. De la misma forma que a cualquier persona no concebiría una agua para el consumo humano que no hubiese sido tratada con cloro u ozono. ¿Por qué no tratar de la misma forma el aire con ese gas?

Antes de proseguir quiero dejar claro que quien realiza estas reflexiones, no es una persona que tenga un titulo universitario como científico. Soy simplemente una persona embelesada con este invento más que centenario que me ha llevado la curiosidad a leer cuanta información ha caído en mis manos y, de otra parte experimentar de múltiples formas. Me guío más por lo experimentado que por lo leído. Por esa razón, me resulta difícil de aceptar que el uso de estos generadores no este en cada uno de los hogares y lugares públicos, como lo esta un aparato de aire acondicionado. Los fabricantes lo ofertan como un destructor de olores y, no como un método de esterilización y por tanto de evitación de enfermedades de contagio por vías respiratorias. En países como Alemania, Francia, México si su uso es muy extendido. En España se aplica generalmente en todos los bingos a través de los conductos del aire acondicionado, para limpiar el aire del tabaco y sudoraciones, pero que al no ser visible nadie se percata. Sin embargo para el hogar, las mismas personas que están bajo sus efectos durante horas en esas salas de juego, recelan a pesar de haber estado expuestas a sus beneficios.

En la red se pueden hallar experimentos como el que adjunto que no ofrece duda alguna:
INFORME DR. ATEWARD
EL doctor Ateward dirigió una prueba en dos escuelas de San Luis (Missouri). En una de ellas se hizo circular aire ozonizado por todas las clases, y en otra, aire ordinario del sistema de ventilación, que absorbía aire fresco del exterior.
El siguiente cuadro resume los resultados observados en lo que se refiere al valor del OZONO para prevenir enfermedades.
AIRE
ENFERMEDADES NORMAL OZONIZADO
Resfriados 60 46
Irritación de garganta 60 24
Amigdalitis 57 13
Dolor de cabeza 66 9
Dolor de oídos 15 1
Fiebre 42 1
Dolor de estómago 25 0
Indigestión 9 0
Gripe 6 0
Neumonía 4 0

Solo con contemplar ese grafico, creo que debería despertar el interés de la comunidad científica. Sin embargo no es así. En la clase médica hay un gran desconocimiento de ello. Algún detractor rebate las bondades del ozono con afirmaciones como que es un gas letal. Y, tienen razón. Pero también lo es el oxigeno, el cloro y hasta el más común de los medicamentos, siempre que se administre con sobredosis. Mientras que cualquier medicamento no se administra a menos que exista una patología. El ozono se puede aplicar en buen estado de salud y, en las dosis recomendadas por los organismos internacionales y administraciones publicas. El ozono se convierte en oxigeno puro y por tanto oxigena los pulmones y cerebro, lo cual resulta muy beneficioso, como lo es respirar el aire de un monte.

En un aparato dispuesto en el lugar más habilitado por la familia, no solo actúa como destructor de virus, bacterias, hongos y demás microorganismos, si no que al inactivarlos, destruye los malos olores. Tengo la convicción moral de que un generador de ozono, es la mejor vacuna para ciertas enfermedades y sin efectos secundarios. Porque aún es más. Imaginemos que se inocula un virus en un medio de transporte, la oficina o una discoteca, el virus queda alojado en nuestro organismo y, al llegar al hogar y someterse a un aire ozonizado, este llegara por el mismo conducto hasta donde se haya alojado el virus y acabara destruyéndolo o menguando su capacidad para incubar la enfermedad.

Yo no quiero propagar falsas expectativas. He citado que no soy ningún científico. Pero si un estudioso experimentador. Así que abro debate para que la comunidad científica se exprese. Me resulta tormentoso que tenga que abrir este debate alguien que no tiene conocimientos médicos. Muchos se preguntaran como lo hago yo mismo. ¿Por qué tiene que ser un neófito en medicina quien exponga esas exposiciones sobre el ozono? Hay cada vez más en nuestro país doctores especialistas en ozonoterapia que cada vez se va abriendo más paso en diversas patologías. Cuba la escasez de recursos para adquirir medicamentos, la ha convertido en la primera potencia en aplicar el ozono a la medicina. Pero esto es harina de otro costal. Simplemente planteo la cuestión en esos generadores de ozono para el hogar, oficinas, lugares públicos y transportes, como medida preventiva a adquirir determinadas enfermedades. Que nadie suponga que un aparato domestico le curara un VIH, hepatitis o un cáncer.

Mi intención es valorar esta posibilidad para combatir no solo la Gripe A, si no todas aquellas en que los generadores de ozono se demuestran capaces. Los beneficios pueden ser muchos y además de no tener contraindicaciones, están al alcance de cualquier bolsillo. ¡Que la ciencia se pronuncie! No es un tema baladí, cuando las expectativas son tan amplias



Octubre de 2009.

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